Publicado en el diario El Mundo el 3 de abril de 2016.
Extracto:
España instaló el 40% de potencia solar mundial en el 2008. Siete años después, nuestra contribución a la tarta global fotovoltaica de 51.000 megavatios se ha quedado en las migajas: apenas un 0.09%. Con 49 megavatios en 2015, hemos pasado de competir con los campeones (Alemania) a codearnos con los colistas europeos.
Pero la anomalía solar no puede durar mucho más. «Nuestro comportamiento neurótico tiene que dejar paso al sentido común», asegura Eduardo Lorenzo, ingeniero y pionero de la fotovoltaica en España. «Tenemos que dejarnos de cornadas y buscar un punto de encuentro. El ascenso de la energía solar es imparable: la vía natural de crecimiento va a ser el autoconsumo. Y hay que sacar jugo en nuestro país al potencial de la solar vinculada al agua: de los sistemas de bombeo a las plantas desalinizadoras».